jueves, 13 de agosto de 2015

Desde el olvido

Los poemas, los escritos, ¿Dónde están?
¿Dónde quedó la inspiración que supongo he de encontrar...?
Creo que murió hace ya tiempo, no sé.
Me calentó alguna noche, desde el fuego de mi hogar.
Una llama tan pura y tan bella como el precio a pagar.

Siento las notas de un piano distante.

Me pide que hable, que grite, que cante.
De veras, lo intento, pero olvidé cómo hacerlo.
Tomo un aliento que duele, que arde,
buscando en penumbra intentando encontrarme.

Y encuentro quebrada y débil mi voz.

La noto oxidada, como un eco atroz.
Y es que es como llamar a un extraño de ''tú'',
como creyendo que el viento no merece el ''usted'',
obligándome a verla morir, como una sombra ante luz.

Y es que el violín nunca sana las heridas.

Quizás no se escucha, quizás desafina,
o quizás es tan sólo que no sé tocarlo.
¿Por qué uno se empeña en mostrar su sonrisa,
si sus lágrimas son sustituto de tinta?