martes, 17 de agosto de 2010

Recuerdos de un Violinista

Las 4:30 de la madrugada.
Día 17 del mes octavo.

Dael'Natthar, toca el violín en el puerto de Ventormenta, mientras gente se acerca hasta él, para escuchar lo que toca, sin descanso, durante varios días, sin comer, sin dormir, solo toca, mientras deja que las lágrimas recorran su rostro.
De pronto, comezó a recitar, con voz temblorosa, sin dejar de tocar un solo momento.

Da aman'ni fandu'talah...
Ala ash talah lo ni...
Fulo tal talah andu...
Ala ash neph'anis lo ni...

Mush, no su alah...
Mush, no su terro...
A eburi anar da ala, ala ethala...
''Te quiero'', ala aman...

Ri ash alah a turus...
T'as'e fandu u'phol anoduna...
No lo nei shano...
Fal do'rah ri...

Alar tal dorini mush...
''Te quiero'', isera'duna talah...
Ish'nu fulo dal'dieb...
Ish'nu fulo ano fandu'talah...

Fulo mush La Plaga...
Fulo mush ala mush fulo ni...
Fulo isera'duna do dal'dieb...
A fulo shano an andu mush...


A estas alturas ves como Dael'Natthar comienza a llorar más, y cómo su voz se torna entrecortada, apenas puede hablar, sin embargo, se mantiene firme, con los ojos cerrados.

Ano ri ash eburi...
A shar t'as'e anoduna...
Do terro, da ish'nu anoduna...
Ri ash neph'anis lo do thus bandu...

A do'rah ano lo dune'adah...
A ash an ano ri...
T'as'e no nei shando...
Fal dorados'no turus...


Dael'Natthar se queda callado unos momentos, recobrando el aliento, sin dejar de llorar, sin dejar de tocar.

Mush mush ano...
A shan're mush tal...
Mandalas lo aduna...
Dal'dieb eraburis...

A eburi tal, dieb rini dune'adah...
Ano nor neph'anis fandu ni...
Dieb do eburi tal mush...
A terro a dal'dieb lo dor aman...


Dael'Natthar solloza, sin dejar de tocar, cual niño sin consuelo, sin nadie a quien abrazar.

Ala aman...
Tal ala ash ano anar...
Ala fandu'tala...
Ala ash ano nor dune'adah...

Ala dal'dieb ni...
Ala dune'adah mush...
Ala ash ano fal ni dal'dieb...
Ala ash ano mush ni dal'dieb...

A t'as'e ri ash do talah...
Thoribas a ash ano dath nei an shano ala...
Talah thera dal'dieb ni...
Ala asto're an nor isera'duna...


Comienza a tocar más suavemente, como apagándose, sollozando... apenas podía mantenerse en pie.
Sin embargo, tras unos momentos tocando así, volvió a retomar la música como la había estado tocando.


Ala thus fandu...
Ala ash aman'ni mandalas...
''¿Quien eres?'', Ala aman...
Ala ash ano neph'anis dune'adah...

Aman'do...
No shan're a tur...
Vedvedsica...
Anar...

A shando tal al anar andu tal...
Ano a thera an dal'dieb...
T'as'e neph'o da fandu...
T'as'e alah ano ano tal terro...

A ishnu mush tal...
A shando eburi ala...
Da, alo a no nei...
Ala alah thera an isera'duna...

Eburis, ethala, thus...
T'as'e no ano su t'as'e...
Anar, fandu'talah no andu...
Anar, su dur rini ni turus...

Ano ri no fandu'talah...
Fal anoduna il'amare...
Ri no al... u'phol'belore...
Su fal shando isera'duna...


Dael'Natthar pareció estabilizarse, como si se hubiese calmado, y tocaba más calmadamente, aún con lágrimas por sus ojos y sus mejillas, la gente comenzaba a irse, los presentes no entendían lo que decía, ya no había nadie más que él.

Shando shando: Anar...
Al anar talah ash a nor...
Do dune'adah no dath tal dieb...
A an u'phol... dur a nor thoribas...


Dael'Natthar trató de dar un paso hacia delante, quería caer, no podía soportarlo más.
Sin embargo, una mano le sujetó, tirando hacia atrás de él.


-No te cuidé y te traje hasta aquí, para que acabes así, Dael'Natthar.
Era un elfo, según parecía, un Quel'Dorei, con armaduras rojas, y una capucha que cubría su cabeza y ocultaba su rostro.
-Del'Rethar...- Pronunció Dael'Natthar, aún con ojos llorosos, agarrado de la camisa por el Quel'Dorei, que le miraba de modo serio y en desaprobación.
-No te perderé de vista, hijo de Dorgen, no hagas tonterías.
Dael'Natthar asintió lentamente, y, con la cabeza baja, se giró de nuevo, y continuó tocando, sin dormir, sin descansar, sin detenerse, mientras el Quel'Dorei se alejaba.

-----Traducción al Común para quienes comprendan el Thalassian-----

De sombras rodeada...
Fue por mi hallada...
De su tumba encontrada...
Por mi fue alejada...

Fue así, como nos conocimos...
Fue así, como nos unimos...
Yo la cuidé, ella quiso...
''Te quiero'', me dijo...

Fue como un sueño...
Que acabó malherido...
Como si su dueño...
Lo hubiera perdido...

Pasaron días, meses...
''Te quiero'', incontables veces...
Hasta que ellos llegaron...
Hasta que todo arrasaron...

Eran La Plaga...
Me la arrebataron...
Destrozaron a mi amada...
Juré matarlos...


-Primera parada-

Pero fue a peor...
Cometí aquel error...
A mi espada, de sangre manchada...
Siguió, mi mujer violada...

No pude hacer nada...
Tube que verlo...
Así se destrozaba...
Nuestro precioso sueño...


-Segunda parada-

Aún con todo...
Seguí con ella...
Embarazada de otro...
Condena eterna...

La quería, más que a nada...
Mas los recuerdos me rompen...
Mi corazón y mente desgarran...
Dudo que mucho más le controle...


-Tercera parada-

Ella se iba...
Y no volvía...
Desaparecía...
Nada decía...

Me evitaba...
Se apartaba...
Ya no me abrazaba...
Ya no me amaba...

Supe que fue mi culpa...
Por no saber tratarla...
No me lo perdonaré nunca...
Se lanzó a la catarata...


-Cuarta parada-

Más tarde despertó...
Ya no estaba embarazada...
''¿Quién eres?'' preguntó...
Pues nada recordaba...

Algún día...
Te volveré a ver...
Vedvedsica...
Ojalá...

Desde hace tanto lo repito...
Mas comienzo a creer...
Que no tiene sentido...
Que no la volveré a ver...

Aún la quiero...
Siempre la he querido...
No, no miento...
Ella jamás será olvido...

Hijos, familia, un hogar...
Es cuanto llegamos a desear...
Ojalá, todo fuese realidad...
Ojalá, poder vivir en paz...

Mas se que es imposible...
Nuestro destino está sellado...
Es tan... perceptible...
Somos objetivos marcados...


-Quinta parada-

Siempre repetiré: Ojalá...
Tantas veces lo habré dicho...
Mis fuerzas no dan para más...
Lo siento... mas me despido...


-Final-