domingo, 20 de marzo de 2011

Los ojos más bonitos y la mirada más apagada.

Te veía llegar y a los ojos te miraba,
Tus preciosos ojos mas de mirada apagada
Que se iluminaban más con cada día que pasaba,
Porque estabas aquí, porque eras amada,
Porque siempre que puedes respondes a mi llamada.
Por cada vez que despertaba, en la mañana
Y te veía sonreir acostada en mi cama,
Acurrucada conmigo, amparando mi alma,
Actuando de escudo contra cualquier arma
Que use la depresión, manteniendo mi calma,
Olvidando lo malo de otras temporadas,
Queriendo no regresar, no darla por terminada,
¿El qué? La felicidad que te agarraba,
Que en cada momento aquí tu mente acariciaba,
La que antes de dormir siempre te arropaba,
Hasta verte marchar, camino a una vida amargada,
Donde toda felicidad quedase marginada,
Pues yo lo sé, ya mas no me engañas,
Porque estube allí, y siempre te rogaba
En aquellos momentos, pidiendo que no acabara
Tanto lo nuestro como tu vida menospreciada,
Cuando ni siquiera mis peticiones escuchabas,
Porque se que es aquello lo que apaga tu mirada,
Se que lo nuestro la ilumina más que el alba,
Porque conozco al responsable de que estés fría y helada,
De cada lágrima que cae sobre tu almhoada.
Te ofrezco un nuevo mundo, algo que ya esperabas,
Y puede que ahora quedes asustada, atemorizada,
Y no cojas mi mano, por temor a la nada,
Por lo que tienes allí, por las cosas no malas,
Mientras rezo por mantener tu felicidad intacta,
Mientras tan solo espero a que un nuevo sol salga,
E ilumine el día en que te aferres a mi mano alzada,
Ese día tu sonrisa será una nueva esperanza,
De un futuro mejor, donde tus heridas no sangran,
Donde vería tu sonrisa cada vez que despertara...


martes, 1 de marzo de 2011

Traer el recuerdo con un susurro y una mirada

Vaya... ¿Qué es esto...?
Ah... ya recuerdo...

Es mi vieja libreta, ¿Verdad...?
Que nunca jamás podré olvidar...

En ella escribí confesiones,
En ella, todos mis amores...

Y la dejé abandonada...
Por mi bien al fin cerrada...

Mas hoy, con aquellas palabras,
No pude apartar la mirada...

Y la abrí, volví a revisarla,
Observé mi poesía olvidada.

Llena de polvo y páginas rotas,
Como el corazón que las exporta...

Recuerdo momentos, como abrazos,
Que no pasaron de cortos ratos...

Recuerdo tus palabras, tus frases,
Recuerdo que tu nunca me amaste...

Y, ya no por mi, sino por otro,
Pides que olvide un corazón roto...

Quizás pides demasiado...
Mas... solo puedo intentarlo...

Por ti, por lo que nunca pudo ser...
Por mi, por poder mirarte otra vez...

Como si nunca, en ningún momento, hubiese pasado nada malo entre nosotros.
Gracias...