Hay momentos en que observo el mundo
con mis ojos malditos e impuros.
En ellos, eterno movimiento
y en mi mente, todo cuanto siento.
Veo tanto que otros no pueden ver...
Tanto que otros no quieren creer...
Demonios, fantasmas nos observan
esperando pacientes a que mueras.
Cada uno ve a los suyos,
demonios propios, no dle mundo.
Sin dudar doy yo mi vida por ti;
amado demonio, vete ya por fin.
Veo cada día el mundo caer,
entre oscura sombra perecer.
Ahora observo que ellos estan ciegos.
Mas callo de su error... y no por miedo.
Miedo debieran ellos de tener,
pues sus almas bien pueden perder
frente a demonios malvados
que ellos mismos han creado.
Ojalá, muéranse entre agonía,
medio mundo lo merecería,
por los demonios haber invocado
y toda sentencia obviado.
Callo y observo, como uno más;
cual demonio esperando su final.
Tarde o temprano se darán cuenta...
Entonces atrás ya no habrá vuelta.
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