Dime tormenta,
¿Por qué escucho tu cantar?
¿Por qué repicas, lluvia
en mi gastado ventanar?
¿Vienes en mi busca?
¿A por mi cuerpo mortal?
Jamás pelearía contigo,
veloz me has de llevar.
Dime, ¡Oh! tormenta,
¿Algún día me querrás?
¿O son solo tus torturas
lo que vienes a entregar?
¡No te vayas! No aún,
sigo vivo a mi pesar.
¿Por qué no he de ir aún contigo?
¡¿Por qué obligarme a esperar?!
Y yo le grito al viento
asomado en el balcón:
¡Llévame ya y completo,
no sólo el corazón!
Centellas entre nubes...
¡Cómo adoro tu esplendor!
Deja caer ya tus rayos,
tu sonido atronador...
Lluvia en el rostro,
caricia de amor.
Ojalá realidad
y no solo ilusión.
Susurros de viento,
cariño y pasión.
¡Llévame ya en tus brazos,
entre tu helado calor!
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