+¿Quién tiene aquí una pistola
que me pueda a mi dejar?
Con una bala cargada
que me quiero suicidar.
-Aquí la tienes muchacho
pero cuéntame más.
¿Por qué quieres, jovenzuelo
tu corta vida acabar?
+No me preguntes, tú, viejo,
no lo puedes remediar.
Yo ya solo soy estorbo,
no hay quien me pueda ayudar.
-Pero todo tiene arreglo,
do quiera se pueda hallar.
Si bien te vence la vida,
sus golpes has de aguantar.
Levántate en desafío,
tu mente has de despertar.
Si ves que no puedes vencerla
defiéndete hasta el final.
Es muy posible que sufras,
el cuerpo es carcasa mortal.
Mas en corazón, mente y alma,
Allí de rendirte no habrás.
+Déjate ya de sermones
que lo he pasado muy mal.
Quisieron muchos ayudarme
y yo los quise apartar.
Aquí termina mi vida,
Nadie la recordará.
Prefiero quitarme del medio,
A un largo y eterno estorbar.
-Así lo quieras, muchacho.
Mas yo siempre voy a pensar
en aquel cobarde muchacho
que su vida no quiso afrontar.
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