Un día me dijo la tinta
que hiciera escritos sin pensar.
No hubo una palabra incompleta
ni quedó verso sin rimar.
Me gustaría ser capaz
de volver al tiempo en que aún
escribir así era normal,
y pasar las horas rimando.
Se perdieron tantos ecritos
sólo por no haberlos guardado...
Los hecho ahora tanto de menos
que me duele no recordarlos.
Dejar de escribir me apagó,
me quitó elocuencia al hablar,
me quitó léxico, pasión...
Me quitó parte de quien era.
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