Busco en la tinta el valor
que no encuentro en mi dolor.
Busco en las hojas consuelo
para darlo a un hombre muerto.
Tomo también un pañuelo,
quemado por sangre y fuego.
Ni una lágrima restó
por llorar tras la traición.
Busco en mi sueño el calor
de un abrazo que no tengo.
Busco en mi mente canción
que calme mi llanto enfermo.
Tomo también un refresco,
fuerte y amargo sabor,
pues caducó hace ya tiempo,
tal como el consumidor.
¿Qué es lo que debo buscar?
¿Qué más debo aún tomar?
¿No fue bastante castigo
nunca haberlo comprendido?
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