Un gran cementerio es mi alma,
do' yo marchítome en calma.
Corrupta se halla mi mente...
Mi cuerpo... muerto, se pierde...
Sombras vagan por las tumbas,
fantasmas de mi pasado.
El alma llora en penumbra
por todo cuanto ha aguantado.
Ay de aquel viejo terreno...
Sufre el suelo y llora el cielo.
Ay de quien por allí vaga...
pues allí no hallará calma.
Y a mi alrededor observo
todo aquello conocido...
mas aquí no hallo consuelo
para aqueste hombre vencido.
Llora el ojo y sufre el alma,
con el tiempo no se acalla.
Y así aún ando entre recuerdos,
mientras léntamente muero.
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