De entre sombras,
sombras rotas,
traigo rosas,
rosas rojas,
para loba,
loba sola,
que maldijo
mi destino.
Entre flores
las espinas
y entre espinas
los dolores
y en dolores
las mentiras
que contaste
por dejarme.
Gran embuste
cual contases.
Me dejaste,
no te burles.
Poder luces,
lo buscaste,
lo adoraste,
no lo ocultes.
¿Serás tu mi
perdición
de razón
y no lo ví?
Lo sentí,
maldición,
tu canción
al morir.
Dime ahora,
ahora mismo,
si eres loba
mi destino.
Dime ahora,
tú, mi sino,
si en mi hora
caes conmigo.
Desenfundo,
filo en mano,
filo adusto,
filo amargo.
Y lo empuño,
y te bramo.
Soy verdugo,
soy tu amado.
Junto a hojas,
hojas rojas,
lanzo frases,
frases dañen
a la loba
con verdades
de la historia
que ella odia.
¡Con tus frases
pido marches,
marches lejos
de este suelo!
¡Marcha presto,
presto ruego,
del averno
de mis sueños!
¡Te destierro
de mi infierno!
No te entiendo
y aún te quiero...
Dame tiempo,
tiempo quiero...
Quiero verlo,
ver qué encierro...
¿Desterrarme?
Qué descaro.
Recordarme
no es mi fallo.
Muerte darte,
tal mi encargo.
Dulce Nessrah,
rota Kieldaz.
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