lunes, 29 de abril de 2013

Verso muerto

Diome vida la poesía
cuando yo ya perecía.
Diome un alma
empero rota.
Busco agora
dulce gota
que no colma
ni desborda.
Digo ¡Pardiez!
por no poder veros.
¡Digo menciones
a dioses ajenos!
Alargo la mano,
¡Y pido consuelo!,
mas ya desespero,
y espero el encuentro.
¡Dame la vida,
princesa engreída!
¡Dame tus labios
morados, sin vida!

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